¿Un gran terremoto en España? Los científicos advierten: “Estamos en tiempo de descuento”

El reciente terremoto en Rusia reaviva el temor a un gran sismo en la Península Ibérica, donde las placas euroasiática y africana acumulan tensión desde hace siglos. Un terremoto de magnitud 8,8 sacudió Rusia, activando alertas de tsunami en Japón, EE.UU. y otros países del Pacífico. Mientras tanto, en la Península Ibérica, la tensión geológica aumenta silenciosamente. Los expertos advierten que un gran terremoto en España o Portugal es posible y que no estamos tan preparados como creemos.

En los últimos meses, los temblores moderados pero frecuentes han alertado a los científicos. Según el IGN y el IPMA, estos movimientos sugieren que las fallas activas están liberando energía acumulada, lo que podría preceder a un evento mayor. Los pequeños sismos no siempre son una señal tranquilizadora; pueden indicar presión creciente que podría liberarse de forma repentina y destructiva.

El histórico terremoto de Lisboa en 1755, que causó más de 60.000 muertes, es un recordatorio del peligro. Hoy, Cádiz, Huelva y el Algarve serían las zonas más afectadas en caso de un evento similar. Aunque el sur es la región de mayor riesgo, otras áreas también preocupan, con fallas capaces de generar terremotos de hasta 7 grados, mucho más destructivos que el de Lorca en 2011.

María Belén Benito Oterino, experta en sismología, advierte que cuanto más tiempo pasa sin un gran terremoto, mayor es la tensión acumulada. En España, no ha habido un sismo superior a 6,5 desde 1884, lo que aumenta la preocupación. La Península Ibérica se encuentra en una zona de choque entre placas, donde la presión constante puede desencadenar un gran terremoto si no se libera energía gradualmente.

A pesar del riesgo, la normativa sísmica en España no se actualiza desde hace más de 20 años. Los expertos insisten en que prepararse no es alarmismo, sino una necesidad. El tiempo no juega a nuestro favor, y aunque no se puede predecir cuándo ocurrirá, la ciencia advierte: el peligro es real y la cuenta atrás ya ha comenzado.