Trump le encargó poner en forma a Estados Unidos. Después partió en dos el wrestling
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Paul Levesque, conocido como Triple H, aparece con la cabeza afeitada, barba prominente y un físico hipermusculado en un video compartido por la cuenta oficial del gobierno de EE.UU., donde bebe agua y la escupe al estilo de sus días como luchador. Actual jefe creativo de la WWE y miembro del Consejo Presidencial de Deportes, Fitness y Nutrición, su nombramiento forma parte de una campaña para promover hábitos saludables. Donald Trump, con históricos vínculos con la WWE, ha elogiado su liderazgo.
La polémica resurge con el regreso de Brock Lesnar, vetado por dos años tras su implicación en la demanda por abuso sexual contra Vince McMahon, suegro de Triple H. Lesnar reapareció en Summerslam atacando a John Cena, generando división entre los fans. Aunque no está formalmente demandado, está ligado al caso de Janel Grant, ex empleada de la WWE que denunció abusos.
La WWE, en su mejor momento financiero, justificó el regreso de Lesnar como un movimiento comercial, pese a las críticas. El equipo legal de Grant condenó la decisión, acusando a la empresa de ignorar los abusos. Mientras algunos fans celebraron su retorno, otros lo rechazaron por el mensaje que envía.
La comunidad de lucha libre sigue dividida, con debates éticos similares a los de otros deportes. Aunque el impacto mediático fue enorme, la controversia persiste, reflejando la tensión entre el espectáculo y la responsabilidad social.