Esta es la fecha en la que Cerdán declarará voluntariamente en el Supremo

La reciente polémica que rodea a Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE y figura clave en el partido, ha desatado una crisis que amenaza con sacudir los cimientos de la formación política española. Ocupando el tercer puesto en la jerarquía del partido, Cerdán se encuentra bajo la lupa de la opinión pública tras la revelación de un preocupante informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que lo implica en la manipulación de las primarias de 2014, así como en la gestión de sobornos a cambio de adjudicaciones de obras públicas.
Este jueves, su llegada al Congreso de los Diputados provocó un clima de tensión palpable. Si bien Cerdán llegó tarde a la sesión, su entrada no pasó desapercibida. Los gritos de 'dimisión' por parte de los diputados del Partido Popular resonaron en el hemiciclo, mientras los periodistas bombardeaban al secretario con preguntas sobre el informe que lo compromete.
Durante la sesión, que transcurría en un ambiente ya de por sí cargado, la reacción del Partido Popular fue inmediata y visceral. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, se vio obligada a intervenir, solicitando silencio de manera reiterativa, llegando incluso a plantear la posibilidad de interrumpir el pleno debido a la creciente discordia.
El informe al que ha tenido acceso EDATV no es un simple documento: contiene casi 500 páginas que detallan una conversación comprometedora fechada en julio de 2014. En esta charla, Cerdán proporciona instrucciones explícitas a Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, sobre cómo manipular la votación en las primarias que catapultaron a Pedro Sánchez al liderazgo del PSOE. Las palabras de Cerdán son claras y reveladoras, sugiriendo un esquema para alterar el resultado sin que nadie se percate.
Dicha revelación ha generado un mar de críticas y cuestionamientos sobre la transparencia y la ética del partido. La situación actual no solo daña la imagen de Cerdán, sino que también plantea serias interrogantes sobre la legitimidad de los procesos internos del PSOE y su capacidad para abordar una crisis que podría tener repercusiones miles.
En estos momentos, lo que está en juego no es únicamente el futuro de Santos Cerdán, sino también la propia estabilidad del PSOE y su liderazgo, en un momento en que la confianza del electorado es más crucial que nunca. La presión para que se aclaren estos hechos e, incluso, para que Cerdán presente su dimisión, es inmensa y podría marcar un antes y un después en la historia reciente del partido socialista español. La falta de acción podría llevar a un vacío aún más profundo en la política nacional, un desenlace que nadie desea, pero que todos temen.