A Fray Escoba rogando y con el Mazón dando

Desde hace tiempo el Partido Popular parece tener una visión distorsionada de sí mismo. Cada vez que surge una oportunidad para alcanzar posiciones destacadas en los sondeos, siempre aparece algún elemento interno que frena su ascenso y lo devuelve a terrenos menos favorables. Es un patrón que se repite constantemente.

El caso de Mazón

En esta ocasión, quien ha proporcionado un respiro al PSOE en dificultades ha sido Mazón. Finalmente presentó su dimisión, aunque lo hizo:

• Con retraso significativo
• Sin una declaración clara
• De manera forzada y poco entusiasta
• Conservando su puesto como diputado

Esta situación poco elegante culminó cuando anunció su renuncia a la presidencia de la Generalitat Valenciana coincidiendo exactamente con el histórico juicio al fiscal general del Estado, quien se enfrenta a cargos por revelación de información confidencial.

Oportunidades perdidas

Tanto Mazón como Feijóo tuvieron amplias oportunidades para manejar esta situación de forma más adecuada. Sin embargo, optaron por restar importancia al proceso judicial sin precedentes contra la máxima autoridad fiscal. Resulta difícil creer que esta estrategia haya sido planificada conscientemente, pues incluso una decisión casual del gobierno rival habría resultado más efectiva.